Sun-Me Yoon, traductora al español de Han Kang, la nueva ganadora del premio Nobel de Literatura, es graduada del CNBA, promoción 1984. Además, estudió Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Torneo de fútbol de ex alumnas
Publicado en Graduados, el miércoles 24 de julio de 2013
Nota de la revista Campo de Juego, especial para el sitio del CNBA.
Las chicas y la redonda, un paso más por la igualdad
por Campo de Juego. Especial para CNBA, julio 2013.
Hermanos en el aula y en la vida… Pero, ¿en el Campo? Terminado el primer campeonato de fútbol de ex alumnas, que atrajo público de todas las edades, colores e intenciones, se puede afirmar sin ningún riesgo que el torneo fue un éxito tanto deportivo como cultural.
Derribando tontos prejuicios y viejas barreras, el duro cemento del Campo de Deportes demostró domingo a domingo, jornada tras jornada, que el fútbol como tantas otras cosas no admite ya distinción de sexo o género: ¡cuántos en este sentido nos sorprendimos del terrible zapatazo de “la China” Yoo, cuántos de la potencia de Jime Ávalos o la gambeta precisa de Pogany! ¡Cuántos de la imbatible Sole y la imposible Rebagliati, ambas figuras en el arco!
Hasta hace un año, las pibas se encontraban excluidas de la actividad dominguera. A lo sumo, la manera de volver a pisar el campo, de volver a sentir el pasto y el viejo vestuario, era como novias o amigas de alguno de los muchachos ex alumnos que jugasen el torneo, es decir, como simples espectadoras. Este año la cosa cambió y las pibas son, por fin y merecidamente, protagonistas. Y esto fue –hay que decirlo– no por arte de magia ni por generosidad de los organizadores, sino gracias a la insistencia de las pibas que se organizaron y reclamaron su postergado espacio.
Fueron ellas quienes de a poco, a través de las redes sociales, empezaron a armar las listas de buena fe para iniciar por primera vez su torneo –algunas rompiendo pudores, otras sedientas de balompié; algunas temerosas, otras acusando desde el vamos cierta torpeza innata–, y así el este pudo hacerse realidad. Empezaron ocho equipos, enseguida se sumaron otros dos y así la pelota empezó a rodar. “Pensábamos que el nivel no iba a ser muy bueno, pero ahora...”, se sorprendía Sofía, jugadora de Las Hijas de Gepetto que lleva en su camiseta rosa con detalles negros el número 5. Sofi fue la que se puso el fútbol femenino al hombro y hoy es parte de la revista online Campo de Juego, espacio de crónicas, fotos y otras yerbas de los domingos.
Así, a poco de empezado y lejos de ser sólo nombres bonitos, aunque los haya y en cantidad, entre otros Hasta la Victoria’s Secret, Molleja de Domingo, Garrafa Sánchez y quizás el más aplaudido por todos: Mi Viejo Quería un Pibe, los equipos femeninos demostraron ganas, actitud, un fuerte crecimiento individual y colectivo, glamour en sus camisetas, pero también fútbol, el más absoluto y sentido fútbol; sin las sucias artimañas de la experiencia y con la pureza de quien recién comienza y se sabe principiante...
“La mujer en la cancha se divierte”, fue lo que nos dijo el árbitro Cristián Gómez, ex jugador de Racing a quien un sólo domingo le bastó para ganarse el cariño del público y las jugadoras y ser uno de sus protagonistas principales. Es que en fechas pasadas había habido algunas discusiones por reglas inexistentes y Gómez supo revertir esa desconfianza a la autoridad. ¿Cómo? Antes de cada partido, juntaba a ambos equipos y les daba una pequeña charla; durante el encuentro, explicaba cada una de sus decisiones, cada detalle y fricción del encuentro, cada regla desconocida por las muchachas. Al ser consultado por la revista esa misma tarde, se definía como de la escuela del “siga-siga” y sin dejar de reconocer algunas dificultades para controlar la pelota (“Hay que empezar por ahí, no hay que exigirles que 4-3-3 o 4-4-2”), señalaba: “Están aprendiendo algo nuevo, el pase preciso es un incentivo. Aparte, las mujeres tienen un compañerismo más alto que el de los hombres. Entre ellas está todo bien. ‘Te dí un mal pase, sorry… ’. Están en esa”.
Algunos sin director técnico, otros con algún amigo o un novio fanático asumiendo esa función, los equipos de mujeres se le animaron al fútbol, pero no sólo: también a la mística de los sábados no tener que salir tan tarde, el domingo tempranito preparar los botines y después del partido entrarle a esa bondiolita única con amigos, a veces con sabor a victoria, otras a triste derrota. ¡Vaya si habrá mística en todo eso! ¡Bienvenidas! Hoy hasta podemos encontrar equipos que entrenan durante la semana, llenando las canchas y lo que queda de los parques y las plazas de la ciudad que aún resisten.
Desde Campo de Juego, histórica revista recreada el año pasado en formato digital, nos preguntábamos en las reuniones: ¿cuántas pibas que hoy juegan y disfrutan una jornada de sol, fútbol, bondiola y amigas habrán ocultado con vergüenza su placer depositado en este hermoso deporte que muchos creemos el más sano y lindo de todos? ¿Cuántas habrán ocultado el: “Sí, me gusta ver al Barça y delirar con Messi, y qué”? Seguro que muchas, asentíamos todos con la cabeza... seguro que muchas. Ellas sabrán.
Como nos gusta decir en la revista: “El campeonato arde, la tabla de goleadoras también”. Y como queriendo evitar las presiones, alejando inútiles y desmedidas exigencias sobre todo a las chicas que recién comienzan –porque hay otras que el fútbol les fluye como a pocos–, remarcando todo lo que tienen que aprender los quejosos, vagos y creídos, decimos: “¡Que sea fútbol, nomás!”. Bella y sencillamente... fútbol.
Actividad Suspendida, las merecidas campeonas
El primer torneo femenino fue parejo, peleado hasta la última fecha, pero finalmente las pibas de Actividad Suspendida se alzaron con el histórico título: 38 goles a favor en 9 partidos, apenas 10 en contra, 7 ganados y ninguna derrota.
A principio de año, las de Actividad se habían presentado en el Explicámelo con algunas dudas, declarándose más un rejunte extraño que un verdadero equipo pero de a poco la cosa fue fluyendo… aparecieron los goles, las paredes, las camisetas celestes y de ahí en más no pararon. Con algunos partidos complicados (“Las mollejas estuvieron a punto”), y otros que fueron goleadas (“De taquito"), las muchachas llegaron al encuentro final dependiendo de sí mismas. Y no defraudaron: 2 a 1 frente a Hasta La Victoria’s Secret, que tenía la chance de ganar e ir a un partido desempate con Aztecas Amparo Ochoa. “No lo soñé, ¡Hubo Actividad Suspendida!”, fue el título de esa crónica.
Desde la revista felicitamos a las campeonas, a sus dignísimas rivales de esa verdadera final, pero también a todos los equipos que se le animaron este año al fútbol, a pesar de algunas dudas y temores. El 4 de agosto, después del receso, la pelota vuelve a rodar.