"Alumnos de escuelas porteñas debatieron sobre Relatos salvajes"
Publicado en Colegio, el miércoles 06 de mayo de 2015
Se realizó ayer un nuevo encuentro organizado por la Academia de Cine de Argentina entre alumnos de escuelas públicas nacionales y actores de films nacionales.
Esta vez, más de 200 chicos de los 4° y 5° años de tres escuelas porteñas –Carlos Pellegrini, Nacional Buenos Aires y la Escuela de Cerámica– pudieron ver en forma gratuita Relatos salvajes, para luego charlar con tres de sus actores: Leonardo Sbaraglia, Walter Donado y Diego Gentile. "La idea de estos encuentros –sostuvo Roxana Morduchowicz, coordinadora del área de Jóvenes y Cine Nacional de la Academia, a Tiempo– es acercar a los chicos y jóvenes argentinos y de las escuelas públicas a la gran variedad que ostenta el cine nacional a través de las producciones cinematográficas, porque la calidad de nuestro cine nos obliga a hacer acciones que lo difundan cada vez más, de manera incansable, por todo el territorio nacional, y unirlo a las nuevas generaciones, en provecho de todos, del cine, de sus profesionales, y de los espectadores, que son ciudadanos".
Después del mediodía comenzaron a llegar los contingentes de alumnos al complejo Cinemark sobre la esquina porteña de Bulnes y Beruti, donde desde las 14 comenzaron a ver en una de sus salas la cinta con los seis relatos cortos que componen esta aclamada, premiadísima comedia negra con tintes de drama y aun de drama lacrimoso escrita y dirigida por el argentino Damián Szifron y el apoyo de Pedro Almodóvar, y que incluye un reparto coral y estelar integrado por Ricardo Darín, Oscar Martínez, el propio Sbaraglia, Érica Rivas, Rita Cortese, Julieta Zylberberg y Darío Grandinetti.
"Yo creo que todos, mis compañeros y yo, y los de los otros colegios, vimos Relatos salvajes", dijo a este diario uno de los alumnos que aceptaron la propuesta, Matías Daste, del 5° año de la Escuela de Cerámica. "Pero nos atrajo la idea de charlar sobre la película, y sobre todo lo que ha venido generando esta película en los medios y en nuestras familias o amigos, y ver qué opinan los actores", añadió el joven. "¿A qué atribuyen, ustedes tres, el exitazo de esta película?", preguntó un chico desde la última butaca, a los gritos –porque no había micrófonos para ellos y ellas–. Sbaraglia contestó: "Porque además de que se trata de un película muy bien hecha, con un director que tuvo siempre el conjunto de los relatos como un plan orquestado, refleja una realidad cotidiana, el de la violencia y el de nuestras incapacidades para ponernos en el lugar de los otros."
Morduchowicz, que además de coordinar el área de Jovenes y Cine se especializa en cultura juvenil, medios y nuevas tecnologías, contó luego del encuentro de ayer: "Hace tres años que venimos desarrollando estas actividades de encuentros con alumnos y películas de nuestro cine. Es un programa que hemos llevado a Córdoba, Mendoza, Ushuaia, Mar del Plata, entre otros lugares, logrando que alumnos de escuelas publicas vean producciones nacionales, desde Metegol y Un cuento chino hasta El estudiante e Infancia clandestina, etc.-, y que pudieron hablar luego con los directores de esos filmes, o con sus actores. Y en estos tres años la experiencia ha sido maravillosa, como mostró esta función, y este diálogo en que los chicos exhibieron tanta atención al ver la película, por más que algunos ya la vieron, y tanto entusiasmo a la hora de preguntarles cosas a los actores. Lo que muestra la vitalidad de nuestro cine."
LA CONEXIÓN INTERNACIONAL. "Yo no dudo que el cine argentino ostenta cualidades únicas, que lo hacen enormemente respetado en el mundo. Somos una sociedad loca, repleta de creatividad, de estéticas, de lenguajes distintos. Acaso nuestro cine necesite más acciones de este tipo, de otros organismos que acompañen a la Academia del Cine, para hacer que más gente vea cine nacional", opinó Sbaraglia cuando un alumno le preguntó si gustaba del cine argentino. Y teorizó: "El ejemplo es Francia: allí existe una situación única: los franceses ven cine francés, y además el cine, y la cultura en general, cuenta con una generosa protección estatal. Pero también debemos pensar que muchos de los cines que pasan películas son empresas –que a diferencia del teatro nacional, donde quienes lo producen y lo montan día a día no lo hacen por dinero–, y son empresas que ni siquiera son argentinas: de ahí que la distribución y exhibición de los films depende de los éxitos, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo desde hace tiempo desde la Academia y demás organismos, con las que estoy de acuerdo en ello."