Publicado en Colegio, el martes 22 de agosto de 2023

En un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del Gral. José de San Martín, se llevó a cabo el acto conmemorativo en el Aula Magna, con presencia de estudiantes, docentes, nodocentes y equipo de gestión del Colegio.

Agradecemos a la Orquesta Académica que, bajo la dirección de Mariana Ferrer y Mariana Álvarez Clemente, se hizo presente con su maravillosa música. 

Como cierre, nos gustaría compartir las palabras de Diego Barovero, vicerrector del turno vespertino:

"Se cumplieron 173 años del fallecimiento del Libertador General Don José de San Martín y me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones en torno a su notable figura y trascendente obra libertadora continental. 

¿Cómo abordar la figura multifacética de San Martín desde la cultura de este siglo XXI sin caer en exageraciones o simplificaciones? ¿Como el héroe providencial? ¿Como el Padre de la Patria que nos enseñaron en los festejos escolares? ¿Como figura de corte castrense por en un país de tradición militarista? ¿Como hombre de gobierno considerando su acción gubernativa en la provincia de Cuyo y posteriormente en los inicios del Perú independiente? ¿Como estadista de visión continental que debió afrontar notables sacrificios que aseguraran el éxito final de la empresa libertadora? ¿Como punto de referencia inicial de un proyecto auténticamente liberador, nacional y democrático?
 
En la obra de San Martín encontramos el fundamento y apoyo del proceso independentista que –de no ser por su oportuna y acertada participación– quizá no se hubiera concretado. De allí que el derrotero de la definitiva independencia de nuestra Patria esté íntima y definitivamente relacionado con la misión sanmartiniana.Ambas cuestiones, la declaración de la Independencia y la actuación americana de San Martín se enlazan estrechamente y son de particular relevancia para comprender nuestra trayectoria histórica y para asociar como corresponde estos hechos a nuestro sentido de identidad nacional y americana. Ambos son interdependientes y no deben ni pueden ser vistos separadamente.
 
La conmemoración de la muerte del general San Martín el 17 de agosto tomó a lo largo del siglo XX una tradición que se consustanciaba fundamentalmente con lo militar. Desde la recuperación de la democracia con una feliz continuidad de cuarenta años fue necesario ir dotando la efemérides de atributos cívicos que, además de glorificar al eximio hombre de armas que fue San Martín, permitieran registrar sus cualidades personales, culturales y políticas, que lo muestran en una dimensión aún más relevante y significativa. En efecto, hay una convención o acuerdo con su figura en el sentido de reconocerlo como Padre de la Patria.
 
La figura de San Martín resulta agigantada, no sólo por sus acciones militares sino también por su preocupación en el exilio por proteger nuestro destino independiente. 
San Martín tiene toda la apostura del héroe de epopeya, no tanto por su decisión de tomar parte de la lucha por la independencia argentina, sino porque desde el primer momento lo vislumbró como un movimiento de alcance continental.
Es el hombre de la espada, la autoridad y la discreción, el más entusiasta defensor de que la lucha debe seguir a cara descubierta, sin máscaras ni tapujos, y por eso empuja con su prestigio el proceso independentista como una especie de confirmación de la argentinidad y una refirmación de la vocación de ser América libre, conquistando la independencia política.
 
Es un momento dramático para los patriotas americanos, porque por doquier se está en repliegue ante el avance español y porque los sucesos europeos restan la esperanza que hasta entonces los había nutrido. Pero por eso mismo es tan grande San Martín, en su vocación libertaria y de lucha, en su respaldo a la independencia clara y definitiva.
 
La rememoración  de la gesta del cruce de los Andes, con los medios de la época y el protagonismo de todo un pueblo, será para siempre digno de venerar por la capacidad de planificación y dirección estratégica militar, que se estudia en todas las escuelas de guerra del mundo contemporáneo. Pero la confianza en el resultado de la lucha, su definición de los objetivos, su diafanidad de miras, es sin duda su gloria más imperecedera, y la que lo acompañará hasta su muerte.
 
El hecho de que después de proclamar la independencia del Perú, San Martín decida abandonar la finalización de la gesta de armas a cargo del otro gran libertador que fue Simón Bolívar, será siempre un tema de polémica y debate, en la medida que la estrechez de miras de generaciones posteriores no supo o no quiso ver que las opciones de un buen ciudadano son muchas, frente a las encrucijadas de la patria y a su participación en el destino común.
 
Ricardo Rojas escribió que hay en San Martín “una gloria mayor que la de haberse medido con la montaña y con el mar, o haber vencido a las armas españolas con soldados que sacó de la nada. Esa otra gloria más grande es la virtud excepcional en un guerrero, de haber sabido vencerse a sí mismo, haber renunciado a los ascensos, los honores y los premios del triunfo y de haber sabido sobreponerse a la adversidad cuando se eclipsó su estrella”.
 
Para finalizar deseo destacar tres características que con su conducta el General San Martín señaló como legado para toda la humanidad y que aún hoy marcan un derrotero a seguir 
 
Su concepto de haber formado y profesionalizado milicias que actuaron como ejércitos de liberación y no de ocupación en los territorios en que desplegó su accionar. 
 
Su conducta - que le ocasionó no poca desventura en términos políticos - de jamás desenvainar su sable en contiendas y enfrentamientos fratricidas en guerras civiles. 
 
Y finalmente señalar que además de los soldados, animales y pertrechos movilizados en su despliegue continental supo transportar libros para fundar bibliotecas en los territorios que liberaba, convencido de que la cultura y la educación eran liberadoras del espíritu y además un límite infranqueable para el despotismo. 
 
Muchas gracias".