Publicado en El Colegio en los medios, el domingo 30 de octubre de 2016

A Claudio lo mataron en un enfrentamiento. Martín fue el primero que se llevaron. No llegó a conocer a su hijo Pablo. Erik se hartó; vive en Madrid. Patricia se sobrepuso pero le dolió. Leonor zafó y volvió a Buenos Aires hace poco. Etel se casó con el novio del cole y sus hijos ya son alumnos de nuevo.

Con pocas palabras, el fotógrafo Marcelo Brodsky sintetizó el destino de sus 32 compañeros de la sexta división de primer año en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Las escribió, en 1996, sobre la foto grupal que les habían tomado casi 30 años antes, en 1967, en el salón de música del Colegio: ellos tenían 13. Esta semana, “La clase”, obra emblemática de Brodsky, fue adquirida por el Museo Metropolitano de Arte (MET) de Nueva York, donde será exhibida como parte de su colección estable.

Lo trágico de algunas de esas historias individuales condensa el horror de la Historia política argentina: en la imagen hay desaparecidos, exiliados, militantes, sobrevivientes. Hay hombres y mujeres que lograron sobreponerse y seguir: un diseñador gráfico, una fisioterapeuta, un dentista, una psicóloga. Otros fueron asesinados por el terrorismo de Estado en los setenta, cuando tenían poco más de 20 años.

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